La intención de ofrecer a la venta diversos productos de diferentes emprendimientos se forja sobre la premisa de poder alojar un conjunto de experiencias que encarnan diversas historias, tradiciones, territorios, formas de producir, consumir y comercializar. La búsqueda radica en generar actividades siempre en articulación con otras personas, emprendimientos, organizaciones e instituciones, que enriquezcan el entramado del trabajo y la economía popular, con el objetivo de fortalecer, a través del armado de un espacio de comercialización y divulgación, los proyectos productivos desarrollados de forma comunitaria.

Lo que guía la iniciativa de difundir emprendimiento y vender sus producciones se sustenta en dos principios elementales: promover procesos de construcción colectiva y multiactoral, y generar, desde la perspectiva de la ecología de saberes, espacios de intercambio y aprendizajes. La economía social constituye un campo extendido y diverso de prácticas sociales solidarias que – muchas veces – buscan revertir condiciones precarias de vida a partir de la asociatividad y el trabajo colectivo. Los emprendimientos productivos son su expresión a nivel local o comunitario, impulsados por personas o pequeños emprendimientos a partir de la movilización de sus propios recursos.De acuerdo a la problemática que aborda cada organización, la economía social permite generar distintos cambios.
 Así como la economía social propone nuevas formas de producir, también nos exige pensarnos como consumidores. La economía popular significa la modificación de los hábitos de consumo, con el objetivo de hacerlo responsablemente. Significa una forma distinta de adquirir los productos para nuestra vida cotidiana. Nuestra mirada sobre la economía social la resume la frase de que otra economía es posible; no la vemos solamente como una salida de los sectores populares ante la crisis, sino que creemos que por el lado del cooperativismo, el asociativismo, de la autogestión, se pueden generar otras formas de producir, de comercializar, de consumir.

Nuestras experiencias individuales y colectivas, nuestros territorios, nuestras prácticas y nuestros deseos nutren nuestra forma de pensar y hacer Economía Social. Una economía centrada en las personas y sus necesidades, y respetuosa de su medio ambiente. Otra economía, otras relaciones, otro mundo. La economía social es un sistema económico contrahegemónico, esencial para el desarrollo de sociedades más equitativas, partiendo de la transformación del pensamiento del sujeto individual al colectivo. Más allá de ser otra forma de entender la economía, es una gran apuesta para un mundo más ético, humano, integrado e inclusivo.